Nadie va a salvarte

Posted on 15 November, 2022

¿Quién puede decir que los seres como yo somos errores de la naturaleza? En el momento en que escuché la sentencia me pregunté si el juez estaba libre de cualquier pecado como para poder juzgarme. Solo la Muerte sería capaz de hacerlo, pues, hacía varios años que venía haciendo su trabajo.

Dijeron entonces que no estaba cuerda, al creer mi santo oficio, una abominación. Más de cincuenta personas habían terminado su inútil vida por mis manos. Sin embargo, así tal cual lo dije: eran vidas inútiles. No eran capaces de crear la realidad que le rodea. ¿Por qué no veían lo importante que era modificar esta absurda realidad? Incapaces de ser ellos mismos.

Y entonces yo, al librarles de esa vida que les sería insoportable, he sido castigada. Me dicen que soy una asesina serial. Si así les place llamarme, no tengo problema, es la realidad que ellos quieren crear, pero la mía va más allá, aunque por lo pronto, han cortado mis alas y me mantienen prisionera en este psiquiátrico.

He tenido que ocultar mi fuerza, vivir en la sombra, apegarme al silencio y dejar que los días transcurran en plena calma.

Sin embargo, siento en mi interior, como la vida, la fuerza que cada uno tiene corre, se acumula y desea escapar. Mi fuerza ha aumentado, pero debo ocultarla.

Hoy, en un extraño suceso, han organizado visitas familiares. Los pacientes se han vuelto una vorágine de éxtasis entre los jardines decorados con luces y papeles en la pared que adornan lo que en otro momento es una vacuidad desesperanzadora.

Y hoy, justo hoy, decidí que iba a construir mi realidad. Nadie iba a salvarme de este encierro, al igual que a ellos que se dejan pasear de la mano de familiares que no han de salvarlos. Nadie puede escapar de su propia realidad, mucho menos de la que han construido.

Caminé tranquilamente por los jardines del psiquiátrico, entre la vigilancia del personal. Una brisa me provocó cerrar los ojos y sentir cómo unas alas se desplegaban a mi espalda, llevándome lejos de ahí.

Escuché gritos del personal, pero ya no podrían alcanzarme. Yo ya estaba fuera de su alcance